Esta entrada tampoco es una receta propiamente tal, sino una sugerencia. Como habrán escuchado más de alguna vez por ahí, últimamente, muchos adultos y niños están siendo diagnósticados intolerantes a la proteína de la leche de la vaca. O simplemente como tratamiento coadyuvante contra la alergía, se les sugiere dejar la leche y todos sus derivados.
Bueno, eso no tiene porqué ser motivo de restricciones en todos los sentidos.
Mi hermana, cuyo hijo número dos es asmático, está tratándolo con la privación de alimentos derivados de la leche, con bastantes buenos resultados... y una de las opciones para mi querido sobrino es el manjar de soya.
No tengo claro si existe como tal, lo que sí sé es que al igual que el manjar de tarro de leche condensada (ése que se cocina en la olla a presión por una hora con una rodaja de limón para que no se ennegrezca o miles de horas en la olla normal también con la consabida rodajita) con la leche condensada de soya dulce se puede preparar manjar, y para el efecto de estas dietas especiales sin caseína.
Para ello la preparación es más o menos la siguiente:
Poner los tarros (aprovechar el cocimiento para varios por el gasto de energía) en una olla con agua fría cubiertos de agua, agregar al agua un par de rodajas de limón.
Cocinar una hora si la olla es a presión, un poco más si no lo es (esta información tengo que contrastarla con mi fuente) El agua tiene que hervir.
Dejar que se enfríe, abrir el tarro y servir en preparaciones dulces, con waffles, pan, fruta, alfajores y todo lo que se te ocurra.